Beneficios para la salud del pádel: ¿Por qué practicarlo?
Las personas que practican pádel al menos 3 horas semanales (con intensidad moderada) reducen el riesgo de muerte por cualquier causa según un estudio de Ralph Paffenbarger.
El este mismo estudio, las personas que practicaban esta Actividad Deportiva obtuvieron una mayor puntuación en vigor, optimismo, autoestima y hubieron cambios significativos en depresiones, ansiedad, y tensión muscular.
El pádel competitivo quema más calorías que otro deporte aeróbico, como el patinaje o la bicicleta.
Con estas premisas, echemos un vistazo a 34 razones por las que deberías considerar jugar al pádel regularmente:
Beneficios físicos:
1.Aumenta tu capacidad aeróbica por lo que mejora la condición física y cardiovascular y mantiene los niveles de energía altos.
2.Al ser un deporte con ráfagas cortas e intensas de actividad, ayuda a los músculos a usar el oxigeno de una manera eficiente.
3.Capacidad de aceleración aumentada gracias a los saltos, velocidad y movimientos rápidos que precisa el pádel.
4.Anticipación, tiempo de reacción y explosión mucho más rápida.
5.Mayor velocidad de desplazamiento “lado a lado” y en los sprints.
6.Mejora de la fuerza de las piernas a través de cientos de arranques y paradas.
7.Coordinación general del cuerpo ya que tienes que moverte de posición constantemente y luego ajustar el tronco superior para golpear la bola con éxito.
8.Control de la motricidad gruesa a través del movimiento y golpeo del balón. Habilidades que requieren el control de los músculos grandes.
9.El control de la motricidad fina mediante el uso de los golpes, como voleas, dejadas o globos.
10.Agilidad para poder cambiar de dirección hasta 5 veces en 10 segundos durante un solo punto.
11.Equilibrio dinámico a través de cientos de arranques, paradas, cambios de dirección y golpeos.
12.Entrenamiento cruzado, ofreciendo a personas que ya practican otro deporte, una actividad físicamente exigente.
13.Fortaleza ósea y densidad. Ayuda a prevenir osteoporosis en personas mayores y una mayor fortaleza de los huesos de los más pequeños.
14.Mejora del sistema inmune y por tanto resistencia a posibles enfermedades.
15.Hábitos nutricionales de comer apropiadamente antes de un entrenamiento para mejorar la producción de energía y después para tener un método de recuperación adecuado.
16.Coordinación ojo-mano, para poder jugar constantemente con los tiempos del partido.
17.Flexibilidad debido a los constantes movimientos de estiramiento y maniobra para devolver la pelota al oponente.
Beneficios psicológicos:
18.Desarrollar una ética de trabajo a través del rigor de los entrenamientos o competición.
19.Desarrollo de la disciplina, ya que aprendes a trabajar las habilidades en los entrenamientos y controlar el ritmo de juego en los partidos.
20.Gestionar fallos. Aprendes a jugar dentro de tus propias capacidades y darte cuenta de que la gestión y la minimización de errores es fundamental.
21.Aprender a competir “1vs1”. La capacidad de competir y luchar tanto si estás bien como si estás mal.
22.Aceptación de responsabilidades. Sólo te puedes preparar para competir practicando, controlando tú propio material y durante el mismo partido.
23.Control del estrés físico, mental y emocional. Tener conciencia de cuando se está agotado, controlar los nervios antes de un partido o controlar las emociones positivas o negativas hacia el rival.
24.Manejar las adversidades, aprendiendo a adaptarse a elementos (Calor, frio, etc.)
25.Saber cómo recuperarse de dolores musculares mediante tensiones.
26.Planificar e implementar estrategias. Anticiparse a movimientos del oponente y planificar tus contraataques.
27.Aprender a resolver problemas.
28.Hacer frente a la presión mediante el control del ritmo del partido.
29.Aprender a ser deportivo y competir de una manera justa con tus oponentes.
30.Ser justo en la derrota y en el éxito. El regodeo después de una victoria o poner excusas después de perder no funciona en el pádel o en la vida.
31.Cohesión y trabajo en equipo.
32.Desarrollo de habilidades sociales a través de la interacción y la comunicación.
33.Y como no… ¡Divertirse!.
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